jueves, 16 de abril de 2009

ANESTESIA TOTAL. NO QUIERO QUE PIENSEN POR MÍ, ¿Y TÚ? ¿POR QUÉ LO SIGUES PERMITIENDO?

Decir "no me gusta la política porque son todos unos corruptos", es un reduccionismo basado en la ceguera moral e intelectual.

"El mayor mal de la sociedad moderna es la indiferencia."

La sociedad moderna ha alcanzado un gran número de libertades pero son esas mismas libertades las que a veces, mezcladas con una mala interpretación de las mismas, dejan a muchas personas al margen de la realidad. Partimos de la base de que para que exista la libertad, uno debe poder manejarla, nadie puede ser libre si no quiere dirigir su propia vida. A medida que una sociedad va adoptando estructuras complejas en política, la democracia representativa hace creer al ciudadano que es cada vez más libre y no en todos los gobiernos es así. La realidad es que el ciudadano permite que piensen por él y ese es el error. ¿Quién ha dicho que yo quiera que piensen por mí?

Esa pregunta se la hará mucha gente alguna vez, pero la mayoría prefiere pensar en otras cosas. Me gustaría explicar frases comunes que me parecen absurdas y para ello pondré ejemplos:

"La política es para los políticos." La política no es para los políticos, es por y para los ciudadanos, porque es la administración que a todos nos concierne y afecta. Tener responsabilidad política fortalece la democracia participativa y fomenta el progreso económico y social de todo el conjunto de la sociedad.

"¡Déjame! Que yo de eso ni entiendo, ni quiero entender." (Cuando hablo a algún familiar de política.) No hay más ciego que el que no quiere ver.

"No me gusta la política porque son todos unos corruptos." Un reduccionismo moral e intelectual cada vez más escuchado y vergonzoso. Puede no gustarte la gestión política que algunos grupos políticos hacen, pero no por ello debemos esquivar nuestras responsabilidades civiles.

¡NO DEJES QUE PIENSEN POR TI! ¡MOVILÍZATE!


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