martes, 15 de junio de 2010

MUCHOS TRADUCTORES, MUCHA HAMBRE.



Estimados lectores, Montilla hizo la insinuación de que 13 millones de españoles que sufren la pobreza tienen menor valor que las lenguas periféricas (catalán, gallego y vasco, entre otras), sólo puedo expresar mi más tremenda discordancia con dicha idea, ya que todas esas personas que exigen un traductor a gritos, entienden perfectamente el castellano, y si alguno de ellos no lo entiende y necesita traductor del español al catalán, sencillamente que se dedique a otra cosa. Según Montilla la gente que se opone a los traductores del catalán justifican a los nacionalistas en sus ansias separatistas y apoyan la creación del Estado Catalán. Ante tamaña injusticia, les pido a los políticos de la cámara alta y la cámara baja, que piensen bien en lo que están convirtiendo este país, un país que alguna vez retuvo los valores más progresistas de Europa, los valores más liberales y más revolucionarios y que parece que por alzheimer histórico ya ha olvidado...

Más pan, más trabajo y menos tonterías. Menos gastos innecesarios. ¡Traductores fuera! ¡ministerios e instituciones duplicadas fuera!

Otra cosa más... los altos cargos, al margen del partido político al que representen, deberían viajar en la clase turista, y no gastar billetes que un ciudadano normal no podría pagar. Aplíquese el cuento señor Zapatero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario